ÁREAS DE DESARROLLO

Para facilitar el estudio del desarrollo se han identificado cinco áreas relacionadas entre sí, por lo que cada una afecta directamente a las otras cuatro.

MOTRICIDAD GRUESA

Describe la evolución del control corporal del bebé, su coordinación y conquista del espacio. Implica movimientos de coordinación e integración, incluye el uso de los músculos largos del cuerpo (piernas, brazos, espalda, abdomen) que permiten sentarse, gatear, levantarse, caminar, saltar, correr y mantener el equilibrio. El desarrollo de la motricidad gruesa se da de la cabeza hacia los pies.

Un niño que se mueve de manera coordinada, con movimientos armónicos y controlados, puede sentirse cómodo dentro de su cuerpo, explorar su ambiente y relacionarse con su medio social. Tendrá experiencias concretas para integrarlas y su aprendizaje será más significativo.

La interacción oportuna para el desarrollo sugiere generar un diálogo muscular con el bebé. Al moverlo, siempre esperar a que nos “conteste” con sus músculos, con su postura, con la respuesta de equilibrio, la mirada y todo lo que indique que el movimiento está siendo adecuado. El diálogo muscular sugiere notar cuando el cuerpo del bebé se opone y regular el ritmo.

La manera de mover a un bebé en el espacio o sobre el piso, siempre debe ser en “cámara lenta” para facilitar que tenga el registro corporal del movimiento y lo pueda integrar, vigilando la respuesta de sus ojos y verificando que haya placer en el movimiento.

Geografía Cerebral del Área Motriz Gruesa

MOTRICIDAD FINA

Describe la evolución del control de los músculos cortos del cuerpo, adquiriendo la coordinación viso motora. Cómo logra fijar la vista, tomar objetos, explorarlos con la boca, investigarlos y aprender a partir de la habilidad manual.

Su evolución va del centro del cuerpo hacia las extremidades, presentando movimientos cada vez más controlados. Comienza con “tomar” un objeto interesante con la vista y mantener su atención en él, posteriormente logra seguirlo en movimiento. Este interés es un aliciente para intentar tomarlo con la mano.

El bebé pasa por un período en el que desea tomar un objeto que está mirando y se toma la ropa que tiene a la mano, sintiendo que ya lo ha logrado. Esta intención permite ensayar los movimientos que se van perfeccionando hasta lograr la coordinación ojo-mano-boca, en la que el bebé mira un objeto, lo toma y lo explora con la boca. En un circuito de auto regulación y sensación de logro.

Asimismo el bebé organiza una serie de procesos que culminan en la habilidad de tomar un objeto anticipando su forma y metiéndoselo a la boca. Más adelante esta área se relacionará con acciones como recortar, ensartar, dibujar y escribir entre otros.

La interacción oportuna para el desarrollo de esta área requiere que el adulto dialogue con mucha paciencia, favoreciendo alternancia y pausas, evitando el atropello. El adulto debe observar el ritmo y los intereses de manipulación en el bebé.

Geografía Cerebral del Área Motriz Fina

LENGUAJE

Su desarrollo en los niños comienza mucho antes de la aparición de la primera palabra y depende tanto de la estimulación que reciba en casa como de la calidad de las relaciones y del ambiente que rodea al bebé.

A lo largo de los primeros meses, la comunicación se basa en un lenguaje no verbal, de sintonía con su mamá o cuidador principal. A partir del intercambio de miradas y de la lectura de sus necesidades, el pequeño pide lo que necesita mediante el llanto, mirada y movimientos de su cuerpo. Una mamá que sabe «leer» a su bebé interpretando estas señales y respondiendo a ellas, favorece la capacidad de comunicación.

El bebé se conecta con el ritmo del lenguaje y la intención de las palabras, más que con el contenido de las mismas.

Esta área evalúa el progreso del desarrollo del lenguaje y de la capacidad de comunicarse con otras personas. Incluye la adquisición de un sistema de signos, señales y sonidos que expresan ideas y sentimientos. Durante los primeros seis meses de vida el lenguaje se refuerza con el balbuceo, el ritmo, las canciones y la mímica. Posteriormente con lectura, y acompañamiento verbal. El lenguaje evoluciona durante los primeros años hasta que el niño aprende a comunicarse como el resto de su comunidad.

Geografía Cerebral del Área de Lenguaje

SENSORIAL COGNOSCITIVA

Describe la manera en la cual el bebé organiza mentalmente su experiencia, a partir de los estímulos sensoriales. Va formando relaciones y asociaciones entre sonidos, olores, sabores, texturas, imágenes visuales, experiencias de afecto y de movimiento. Estas relaciones se representan en la mente del bebé a partir de su experiencia cotidiana. Esta área evalúa la evolución en la adaptación del bebé a su ambiente físico y social, su representación mental y de las hipótesis que se van construyendo acerca de cómo funciona el mundo. Estas habilidades cognitivas incluyen la evolución de la atención, asociación, percepción, discriminación, memorización, conceptualización, razonamiento, identificación, solución de problemas y toma de decisiones.

Es importante estimular todos los sentidos de manera integral y oportuna.

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Geografía Cerebral del Área Sensorial Cognoscitiva

SOCIO-EMOCIONAL

Identifica el desarrollo de la habilidad de interactuar con otros niños y adultos. La construcción de una imagen propia, la capacidad para entender y expresar emociones, de mostrar empatía de habilidades sociales, pudiendo adquirir de manera paulatina comportamientos valorados por la sociedad de la cultura local. Parte de la calidad de las relaciones más tempranas con el bebé, de la contención que recibe, del contacto físico y afectuoso y de la lectura de sus señales y respuesta a sus necesidades.

Un pequeño necesita de afecto y contención, para poder aprender. Por lo mismo es una condición para el desarrollo mental y físico. El contacto del niño con su madre y las personas que lo cuidan y quieren aumenta las defensas del sistema inmunológico, hace que se sienta protegido, promueve su independencia y fortalece su autoestima.

La interacción afectiva y predecible es la mejor herramienta para ayudar al bebé en su desarrollo emocional y mental. Es menester tener presente que cada individuo tiene distintas necesidades según su estilo de aprendizaje, su ritmo y su etapa de desarrollo, por lo que lo más importante es observar al bebé y adecuar los juegos y actividades a su ritmo y necesidades, para que su desarrollo sea armónico.

Geografía Cerebral del Área Socio Emocional