Llegó el día del niño, ¿pero qué significa?

Como cada año, en México, festejamos el 30 de abril el «Día del niño». Compramos dulces, en ocasiones ofrecemos comida chatarra o preparamos el platillo favorito, planeamos actividades diferentes o atractivas, nos juntamos con familiares o amigos, etc.  Todo para que nuestros hijos vivan y festejen su niñez de forma divertida. Incluso, en ocasiones, la pasan mejor los adultos que los niños.

Este año, quisiéramos aprovechar la ocasión para hacer una pausa. Antes de que llegue el día y apliquemos todas nuestras ideas o actividades planeadas, los invitamos a reflexionar.

Si eres padre, madre, abuela, abuelo, cuidador o agente educativo, haz un espacio en tu día (si puede ser ahora, mejor) para preguntarte ¿qué significa ser niño? y mucho más importante ¿qué significó ser niño para tí? ¿qué te gustaba hacer? ¿con quién te gustaba estar? ¿qué de esas cosas te gustaría que tu/s niños experimentaran? ¿qué no te gustaría que repitieran? ¿qué aprendizajes tuviste con esas experiencias? 

Puedes redactar las preguntas en una hoja y tomarte el tiempo de contestarla una a una. O simplemente contestarlas mentalmente. Al terminar, descubrirás una sensación de nostalgia en tu cuerpo ¡Esa es la idea!

Recordemos, que el ser niño viene acompañado de la sencillez de jugar con (casi) todo y con la vulnerabilidad de necesitar del adulto para integrar (casi todas) las experiencias vividas. La combinación de estas dos, provocará que se desarrollen las conexiones neuronales necesarias para que nuestro/s niño/s puedan hacer frente a las situaciones (positivas o negativas) que le/s presentará la vida.

Por eso, la intención de invitarlos a hacer una pausa, para reflexionar sobre el tipo de experiencia quieren entregar a su/s pequeño/s este Día del Niño. No todo es material, por lo tanto la experiencia puede no necesitar un gasto económico ¡Jueguen en familia! Les aseguramos que esté será el mejor regalo, más que una salida al centro comercial, museo o establecimiento de entretenimiento.

  • Construyan una casa con sábanas, sillas y cojines.

  • Hagan una «resbaladiza» con el colchón de la cama.

  • Hagan una alberca de spagetti o pasta cocida.

  • Pinten el suelo de casa con gises.

  • Elija cada quién una canción y bailen al ritmo de cada una.

  • Preparen sandwiches, tostadas, pizzas, etc. En familia.

  • Jueguen al mundo al revés y que ahora los niños sean los adultos y tengan que cuidar de papá y mamá.

  • Hagan un cine en casa. Obscurezcan la habitación y recuestes en los sillones. ¡Con palomitas y todo!

  • Hagan una obra de teatro, elijan ropa de mamá o papá (que no importe si se ensucie).

  • Hagan una cena sin luz, enciendan linternas o velas (cuidado con los más pequeños) creando un ambiente contenido y cuenten historias (inventadas o reales de la vida de mamá y papá).

!!Lo más sencillo, natural y auténtico se convertirá en lo más divertido!!

Vivan este día del niño no como a ustedes les hubiera gustado vivirlo (esto provocará que caigamos en la idea de que disfrutar significa «gastar» dinero), sino, de acuerdo a como quieren que sus hijos disfruten y vivan la experiencia.

Les deseamos que vivan un Día del Niño pensado y autentico. ¡Notarán la diferencia! Y sobre todo, ¡cada uno de los integrantes de la familia lo disfrutará!