Los libros pueden ayudar a tu hijo.
Ya sea que tu hijo esté leyendo o no, los libros juegan un papel importante en el desarrollo de su comunicación y aprendizaje. Usar libros y contar historias ayuda con:
Fonética: conectar palabras escritas con sonidos y hablar
Vocabulario: aprender nuevas palabras y formas de expresarse
Fluidez: ser capaz de hablar, leer y comprender un idioma con precisión y rapidez.
Comprensión: comprender lo que han leído o le han dicho y ser capaz de responder preguntas al respecto.
Creatividad: exploración de ideas y posibilidades Los niños aprenden continuamente cómo funcionan los sonidos y el lenguaje.
Los niños desde el nacimiento hasta los 6 años no suelen leer solos, pero siguen desarrollando constantemente habilidades de comunicación, por lo que leerles libros y contarles historias juega un papel importante, especialmente en estos primeros años. Incluso si todavía no son lectores independientes, aquí se explica cómo hacer que se interesen por los libros.
- Familiarícelos con los libros desde una edad temprana
- De bebé, dele libros de cartón grueso, a veces con páginas texturizadas, para que se acostumbre a la forma.
- Entra en una rutina de lectura ¡Esto puede ser tan simple como un cuento antes de dormir! Se les pregunto a los padres de Pathways.org y el 82% respondió que su rutina a la hora de acostarse incluye leerle a su hijo.
- La lectura de rutina puede realizarse en cualquier momento del día, siempre que promueva la regularidad.
- Haz que describan las imágenes, si bien es posible que no conozcan las palabras de la página, las imágenes pueden ayudar a su hijo a interesarse por la historia.
- Si tu hijo es capaz de describir una imagen, pregúntele «¿Qué ves?» mientras lee para que puedan contar la historia con usted.
- Lee sus historias favoritas una y otra vez, que lo sigan señalando las palabras mientras las lee, para que puedan comenzar a hacer conexiones entre los sonidos y la ortografía.
- Ampliar su vocabulario, observa si saben lo que significan ciertas palabras avanzadas; si no es así, pídales que adivinen.
- Haz un esfuerzo por usar algunas de esas palabras en la casa. Realiza preguntas sobre la historia.
- Ayuda a su comprensión y creatividad preguntándoles qué acaban de escuchar o qué imaginan que está pasando.
- Anima a tu hijo a hacer predicciones preguntándole: «¿Qué crees que pasará después?» Anímalos a compartir sus propias historias.
La lectura puede inspirar la escritura y la narración. ¡Esto promueve la fluidez, el vocabulario, la fonética y la creatividad! Si tu hijo todavía no está escribiendo por sí solo, puede dibujar su historia; es un gran ejercicio de cualquier manera que lo haga.