Mejora y práctica de las habilidades de función ejecutiva con niños desde la infancia hasta la adolescencia.

Las habilidades de función ejecutiva y de autorregulación, proporcionan un apoyo decisivo para el aprendizaje y el desarrollo. Al igual que un sistema de control del tránsito aéreo en un aeropuerto concurrido gestiona las llegadas y los despegues de muchos aviones en diversas pistas, las habilidades de función ejecutiva nos permiten retener y trabajar con la información en nuestros cerebros, centrar nuestra atención, filtrar las distracciones y cambiar la marcha mental.

Estas actividades se han identificado como maneras apropiadas a la edad para fortalecer varios componentes de la función ejecutiva. Aunque los estudios científicos aún no han probado la eficacia de todas estas sugerencias, su presencia aquí es reflejo de la opinión de expertos en el ámbito sobre las actividades que permiten a los niños practicar sus habilidades de función ejecutiva. La práctica conduce a la mejora. Estas actividades no son las únicas que pueden ayudar; más bien representan una muestra de las muchas cosas que los niños disfrutan y que pueden fomentar un desarrollo saludable.