Las consecuencias de dejar llorar a mi bebé.
“Déjalo que llore para que fortalezca sus pulmones”, “Si lo cargas en cuanto llora, lo vas a acostumbrar a los brazos”, Eran frases muy comunes entre las abuelitas; pero esto está muy alejado de la realidad, ya que sólo estamos evadiendo las emociones de nuestros hijos. De acuerdo con científicos de la Universidad de Yale y Harvard Medical School, cuando los bebés lloran por mucho tiempo sin ser consolados por los padres, desarrollan emociones negativas que influyen en su comportamiento futuro; además, tienen cambios estructurales importantes en su cerebro.
“El cerebro de los bebés que lloran y no son atendidos durante los primeros meses de vida, segrega más adrenalina, una hormona que favorece un comportamiento más agresivo, violento e impulsivo, y no desarrollan adecuadamente el apego con los padres”. El llanto en exceso genera un aumento de la presión sanguínea del cerebro, eleva las hormonas del estrés, disminuye la oxigenación al cerebro. Además, se presentan otras consecuencias negativas en el desarrollo de los niños, como las siguientes:
- Tienen un coeficiente intelectual nueve puntos más bajo a los cinco años, que aquellos que son atendidos y consolados por sus padres. Por lo que les cuesta más trabajo aprender en la escuela.
- Presentan un retraso en el desarrollo de las habilidades motoras, sobre todo en la fina.
- A los pequeños les cuesta trabajo controlar y expresar sus emociones desde la infancia y cuando son adultos.
- Tardan más en ser independientes, que aquellos que son consolados desde bebés.
- Aumenta el riesgo de desarrollar arritmias cardiacas, así como presentar problemas de sueño. Recuerda que el llanto es la única forma en que se pueden expresar los bebés, así que, al atenderlos adecuadamente, fomentaremos que se convierta en un adulto sano física y emocionalmente.