Compartir el cuidado de los nietos

Los nietos ¡qué alegría! Pero cuantos cambios representan no solo para la vida de sus padres sino en las relaciones personales en conjunto. Con frecuencia, la llegada de los nietos prepara el camino para una nueva relación, una diferente dinámica, entre usted, su hijo o hija adulto y su compañero o compañera. Una abuela dijo una vez: ¨Crié a seis hijos, pero mi hijo me explica las cosas como si yo nunca hubiera tenido un bebé en los brazos¨

Convertirse en padre

Llegar a ser padre o madre es una experiencia nueva, que nos cambia la vida. Los padres primerizos tienen la necesidad de sentirse apegados a sus bebés y confiar en su capacidad de cuidarlos. Con el paso del tiempo, los padres aprenden las señales únicas del niño, y lo que no le gusta. Con esta experiencia adquieren mayor confianza en su capacidad de entender al bebé y satisfacer sus necesidades.

Forjar una relación positiva y de respeto mutuo con sus hijos adultos es una de las primeras y mejores formas de lograr tener una relación estrecha con sus nietos. ¿Cómo lograrlo? Aquí están algunas preguntas que usted podría hacerle a su hijo o hija y a su compañera (o) para demostrarles que los respeta y está interesado en entender cómo creen ellos que hay que atender al niño.

  • Si su nieto(a) ya tiene un horario específico para comer o dormir.

  • Cuándo y que darle de comer a su nieto.

  • Cuándo hay que acostar al niño (a). Por ejemplo ¿Con o sin chupón? ¿Con una cobijita o con un saco para dormir?

  • ¿Cómo se dan cuenta de que su nieto (a) está cansado o tiene hambre? (si aún no han empezado a hablar)

  • ¿Qué actividades, juegos o juguetes prefiere su nieto(a)?

  • ¿Cómo le ponen límites los padres del pequeño, y que es lo que ellos consideran como conducta no aceptable, y como desean que usted responda?

¿Sabe usted cómo calmar a un bebé que llora? ¿Cómo alimentar a un bebé, hacer que eructe o jugar con él? ¡Claro que sí!. Pero cuando usted le da lugar al papel tan importante que su hijo(a) adulto tiene como padre o madre, esto con frecuencia hace que usted pueda pasar más tiempo con su nieto, y que tenga una mejor relación con él (o ella).

Compartiendo los cuidados de su nieto o nieta.

Al cuidar a su nieta (o), ya sea una vez al mes o todos los días, se establece una relación estrecha o importante entre ustedes dos. Pero a veces, al compartir los cuidados, puede haber algunas dificultades entre los adultos. Aún cuando la relación que usted tiene con su hijo o hija sea cálida y positiva, el cuidado de un pequeño puede hacer que surjan sentimientos muy intensos. No es raro que los padres del bebé, en uno u otro momento, se preocupen de que el niño prefiera estar con sus abuelos y no con ellos. También, puede que los padres se preocupen de que los abuelos sean más competentes para cuidar al niño que ellos. Y, claro, pueden surgir conflictos respecto a la forma de criar al pequeño.

 Establecer una comunicación abierta

Cuando surge una situación difícil, todos se benefician si la resuelven de una forma positiva. La comunicación abierta y con respeto mutuo entre los adultos le ayudará a su nieto a desarrollarse. Considere esta situación:

Adela cuida a su nietecita Elisa (de dos años) todos los días, y lo goza. Sin embargo la hija de Adela, Patricia, con frecuencia llega tarde a recoger a Elisa y no la llama para decir que va atrasada. Adela se siente frustrada y molesta. Siente que es una falta de respeto para ella, y que altera el horario de la niña, pues Elisa sabe que cuando oscurece, su mamá va a estar allí para recogerla. Cuando a final de cuentas se aparece Patricia, Adela se muestra fría con ella y su voz se escucha tensa y apagada. Las dos adultas apenas se comunican. Elisa ve a la una y a la otra y parece ansiosa.

Resolviendo las diferencias

Veamos como Adela y Patricia resuelven la situación usando el proceso siguiente, que consiste en tres pasos.

Paso 1. Dese cuenta de lo que usted está sintiendo

Adela reconoce que se siente enojada, frustrada y siente que se están aprovechando de ella. También se da cuenta de que su reacción, ser fría con Patricia, hace peor la situación para Elisa y no va a resolver así el problema.

Paso 2. Explique su punto de vista a su hija o hijo, sin juzgarla negativamente y pregúntele cuál es su punto de vista

Adela le dice a Patricia: ¨Creo que lo haces muy bien, trabajar y atender a Elisa tu sola. Yo me siento muy contenta de ayudarte en todo lo que pueda hacer. Claro que entiendo que surjan imprevistos, pero no me gusta que cada vez llegas más tarde a recoger a Elisa y no me preguntas si tengo tiempo para seguir atendiendo. Por ejemplo, la semana pasada, tuve que cancelar el plan que tenía para ir a cenar con una amiga porque no llegaste a tiempo a recoger a Elisa. También necesito saber cuándo vas de retraso, para ayudar a Elisa a entender cuándo vas a llegar. Me gustaría en verdad hacer un plan que funcione para nosotras dos. Me gustaría saber tu punto de vista y saber que podemos hacer para resolver esto juntas¨.

Paso 3. Resolviendo el problema juntos

Como la madre de Patricia le habló de forma calmada y con respeto, Patricia no se sintió atacada o criticada. Está más dispuesta a oír el punto de vista de su madre. Juntas hacen un plan, que Patricia va a llamar con anticipación a Adela si es que está retrasada. También se ponen de acuerdo en que si Adela algún día no va a tener la posibilidad de cuidar a Elisa más tarde, se lo hará saber por adelantado a Patricia, si es posible.

Las relaciones crecen y cambian con el tiempo

Una relación es algo vivo que crece y cambia con el tiempo. Esto es así también en su relación con su nieto o nieta y en la relación con su propio hijo(a) adulto(a). La comunicación franca es la clave para hacer que esta colaboración funcione. Al mantener cálida y respetuosa la interacción entre los adultos, se desenvuelve una relación aún más fuerte con su nieto o nieta.

Fuente: https://www.zerotothree.org/resources/2882-los-abuelos-el-cimiento-del-cuidado-infantil