La importancia de las rutinas en los niños: seguridad y predictibilidad.

Nuestro día a día involucra un sinfín de patrones, rutinas que realizamos todos los días; lo mismo sucede para bebés y niños pequeños. Nosotros como adultos participamos activamente en la formación de las rutinas de nuestros pequeños, sin embargo, en muchas ocasiones no nos damos cuenta del importantísimo papel que dichas rutinas desempeñan en el desarrollo de los niños pequeños.

Diversos estudios de neurociencias han demostrado que el cerebro humano busca sentirse seguro, base para el resto de su desarrollo; dicha seguridad la percibe cuando sabe qué es lo que va a pasar, qué esperar de las personas que le cuidan, cuando recibe respuestas afectivas y claras.

Las rutinas ayudan a los bebés y niños pequeños a aprender a auto regularse.

Las rutinas estables y consistentes, actividades que ocurren aproximadamente al mismo tiempo y casi de la misma manera día con día, le dan al niño una sensación de seguridad y bienestar. Ya sea la hora de jugar, de comer, de tomar una siesta o el regreso de un ser querido, el saber que es lo que va a pasar les brinda seguridad y estabilidad emocional a los bebes y niños pequeños.

Cuando los niños sienten esta sensación de confianza y seguridad, son libres de hacer su “trabajo”, que es jugar, explorar y aprender.

Las rutinas son una oportunidad importante para aprender.

Es muy común que las rutinas diarias se consideren solo como actividades de “mantenimiento”: la hora de comer, la hora del baño, prepararse para la cama, etc. Pero estas acciones diarias son oportunidades muy ricas que apoyan el aprendizaje y el desarrollo de los niños pequeños mientras se divierten.

Las rutinas ofrecen la oportunidad de desarrollar la curiosidad, habilidades sociales, autocontrol, habilidades de comunicación, independencia entre otras.

 

Imagen tomada de Mamidatos