¿Cómo desarrollar la resiliencia?

La resiliencia es la capacidad que tiene el ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, la manera de cómo superar y sobreponerse al dolor emocional de los acontecimientos desestabilizadores o traumas a los que la vida los expone. Este afrontamiento supone una transformación de situaciones difíciles a algo más adaptativo e incluso positivo.

La resiliencia es una habilidad que se puede ir desarrollando en cualquier etapa de la vida. Mediante procesos de aprendizaje, las personas pueden ir adquiriendo nuevas conductas y formas de pensar. Se considera buen momento para empezar este aprendizaje durante la niñez. La estimulación de las áreas cognitivas, conductuales y afectivas desde edades tempranas ayudarán en la época adulta a la exposición de acontecimientos negativos y sobreponerse.

Lograr una buena validación emocional, una buena autoestima, alta confianza en sí mismo y en los demás son factores que ayudan a desarrollar la resiliencia. La sobreprotección, la falta de apoyo y la huída en momentos difíciles son factores que no ayudan a desarrollar esta habilidad. Para desarrollar la resiliencia, es necesario aprender a tener un manejo emocional adecuado.

• Identifico lo que siento (monitorear mi cuerpo) dónde lo siento
• Nombro la emoción o sentimiento
• Controlo la emoción (es decir, respiro, cuento hasta 10, etc.) y manejo la emoción (cómo voy a expresar y actuar de una forma positiva).
Para continuar desarrollando esta habilidad necesitamos tener un enfoque basado en fortalezas, es decir, todas las personas y familias tienen fortalezas, recursos y la habilidad para recuperarse de la adversidad. Es lo opuesto a centrarse en los problemas, las vulnerabilidades y los déficits. Tener este enfoque nos permite ver oportunidades, esperanza y soluciones en vez de sólo mirar los problemas y la desesperanza.
Al hacer énfasis en los recursos de las personas y familias, tanto internos como externos, el proceso cambia:
 • Los retos son experimentados, los problemas son admitidos y validados y las fortalezas son identificadas y resaltadas.
• Crea expectativas positivas de que las cosas pueden ser diferentes y abre el camino para el desarrollo de las competencias. Todas las familias se las han arreglado para sobrevivir aún en las más difíciles circunstancia “orgullo de supervivencia”.
El brindar y recibir afecto, crear Redes de Apoyo, fortalecer los vínculos con los otros e identificar qué elementos nos ayudan a superar los problemas y situaciones adversas nos convierte en personas resistentes y resilientes.
También juega un papel importante la capacidad creativa para buscar alternativas; además, la autoestima es fundamental, debemos ser capaces de valorarnos y sentir que merecemos estar bien, aún frente a situaciones difíciles, es decir, sentirnos seguros de poder afrontar la adversidad para poder estar bien. Recordemos, la resiliencia se puede desarrollar a cualquier edad y varía de una persona a otra. Nunca es absoluta y es diferente de acuerdo a cada etapa de la vida.
¡¡Pongamos en marcha todo esto para poder ser personas resilientes y vivir la vida de una forma positiva.!!