El cerebro del niño

¡Al igual que sus cuerpos, el cerebro de un niño crece y se desarrolla constantemente! De hecho, el primer año de vida de un niño, es uno de los períodos más activos del desarrollo del cerebro. El cerebro produce más de un millón de conexiones neuronales cada segundo durante este tiempo a medida que se desarrolla rápidamente. Las conexiones neuronales son clave para ayudar a los niños a aprender y desarrollarse.  

 ¿Qué es una conexión neuronal?  

  • Las células nerviosas del cerebro se llama neuronas.  Cuando se conectan entre sí, forman una conexión neuronal. Éstas permiten que comprendamos el mundo que nos rodea. 
  • Las conexiones neuronales se fortalecen con la repetición. Por eso muy importante repetir las acciones para ayudar a tu hijo a aprender y desarrollarse. 

Aunque el cerebro continúa desarrollándose y transformándose en la edad adulta, los primeros años pueden sentar las bases para el aprendizaje futuro. Crear un entorno cariñoso que satisfaga todas las necesidades básicas del bebé es muy importante para su futuro. Las acciones del cuidado del bebé como la alimentación, el baño, el cambio de pañales, el consuelo al llorar son oportunidades para interrelacinarse con el pequeño asegurando que se sienta amado y seguro.  

  • Las rutinas y la constancia ayudan a los niños a sentirse seguros y menos ansiosos.  
  • Una forma de vincularse con tu bebé es el masaje  
  • Los alimentos saludables ayudan al crecimiento celular en el cerebro. 
  • Moverse detona conexiones neuronales y ayuda al desarrollo de las habilidades motoras 
  • Lograr hitos motores puede ayudarlos a aprender sobre el mundo que los rodea.  
  • Interactúa con tu bebé, habla y léelo eso es la base de una relación responsiva. 
  • Adquiere el buen hábito de la lectura diaria desde pequeños. Es una fuente de grandes beneficios que cimientan su desarrollo. 
  • Asegúrate de que duerme el tiempo suficiente para su edad  

Es posible que haya escuchado antes que lo que su hijo aprende cuando es bebé crea las bases para su futuro. También puede preguntarse, ¿cómo es eso posible? Si mi bebé o mi hijo pequeño no puede recordar este momento de su vida, ¿cómo «preparará el escenario» para los próximos años? 

La respuesta radica en cómo aprende y se desarrolla el cerebro, y en algo llamado neuroplasticidad. 

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones y vías neuronales a lo largo de la vida. ¿Qué significa eso exactamente? 

Analicemos la neuroplasticidad para comprenderla mejor: 

Neuro: Relacionado con el cerebro y las neuronas, las células nerviosas que dan energía al cerebro. 

Plasticidad: tener la capacidad de ser moldeado o moldeado. 

Por tanto, la neuroplasticidad es la forma y el moldeado de nuestro cerebro. 

Entonces, ¿qué impulsa la «formación y el moldeado» del cerebro? Aprendizaje y Memoria. 

  •  Los expertos médicos ahora saben que cuando aprendemos nueva información y asumimos nuevas experiencias, ellos realmente pueden moldear, moldear y cambiar la composición de nuestro cerebro. 
  •  La nueva información y experiencias ayudan a organizar (y reorganizar) nuestras vías neuronales en el cerebro. 

Las vías neuronales son las conexiones en nuestro cerebro; considérelas como el «cableado» del cerebro. 

Nuestros cerebros se “reconectan” a sí mismos a medida que adquieren más información y aprenden de las experiencias; en otras palabras, ¡el aprendizaje puede cambiar físicamente nuestros cerebros! 

¿Por qué es tan importante comprender la neuroplasticidad cuando se piensa en la función cerebral del bebé? ¡Porque de niño, cada experiencia e información es nueva! De hecho, el cerebro del bebé desarrolla alrededor de 1 millón de nuevas conexiones neuronales cada segundo. De modo que la mayor parte de la formación y el moldeado del cerebro se producirán en los primeros años de vida. 

Además, aunque el bebé puede ser demasiado pequeño para formar recuerdos conscientes, pueden formar recuerdos inconscientes (también conocidos como recuerdos implícitos). Estos pueden formarse tan solo unos meses después del nacimiento y serán una fuerza guía en la configuración de las vías neurales del bebé. 

La neuroplasticidad continúa ocurriendo a medida que envejecemos, pero no con tanta frecuencia. Eso es porque a medida que envejecemos, nuestros cerebros quieren depender de las vías neuronales existentes, en lugar de crear nuevas. Entonces, los caminos que creamos cuando somos niños pueden, de muchas maneras, ser la base de nuestro aprendizaje y pensamiento a lo largo de nuestras vidas.