Interacciones de Servir y Devolver

Las interacciones de “servir y devolver” forman la arquitectura del cerebro. Cuando un bebé o niño pequeño balbucea, gesticula o llora, y un adulto responde apropiadamente con contacto visual, palabras o un abrazo, se crean y fortalecen las conexiones neuronales en el cerebro del niño que apoyan el desarrollo de las habilidades sociales y de comunicación. Al igual que un animado juego de tenis, voleibol o ping-pong, este ir y regresar es divertido y fomenta la creación capacidad. Cuando los cuidadores son sensibles y receptivos a las señales y necesidades de un niño pequeño, proporcionan un ambiente rico en experiencias de “servir y devolver”.

Debido a que las relaciones receptivas son esperadas y esenciales, su ausencia es una amenaza grave para el desarrollo y el bienestar del niño. Si las respuestas de un adulto a un niño son poco confiables o inapropiadas, o simplemente son ausentes, el desarrollo de la arquitectura cerebral puede verse afectada y posteriormente afectar la salud mental, física y emocional.

La ausencia persistente de interacciones de “servir y devolver” son un golpe para el desarrollo saludable: no solo el cerebro no recibe la estimulación que necesita, sino que activa la respuesta del estrés del cuerpo e inunda el cerebro en desarrollo con hormonas de estrés potencialmente dañinas.

5 pasos que propone Harvard para trabajar la interacción “Servir y Devolver”.

1. Observar

Al interactuar con los niños, observa. ¿Está mirando algo en particular o hace algún ruido?, ¿tiene una expresión facial en particular?, ¿está moviendo sus brazos o sus piernas? Estas cosas, dicen en el centro, son servicios y es importante monitorearlos a lo largo del día en diversas situaciones pues esto permite aprender sobre las habilidades, los intereses y las necesidades de los niños. De esta forma estarás motivándolos para que exploren y tú fortalecerás el lazo que tienen.

2. Devolver

Un abrazo, palabras gentiles, un juego, expresiones faciales (sonrisas) y otras acciones puede ser la forma de devolver esos servicios que entregan los niños. De esta forma se les ofrece apoyo y se les motiva a seguir sirviendo, lo cual según dicen en el centro, es una especie de premio a la curiosidad y al interés de los niños. No recibir nada a cambio por parte del adulto, puede ser motivo de estrés para ellos. En cambio, cuando reciben una respuesta, pueden saber que sus pensamientos y sentimientos, además de ser atendidos, realmente importan.

3. Un nombre

Al devolver un servicio, es importante otorgarle un nombre a lo que los niños ven, sienten o hacen. De esta forma estarás creando importantes conexiones de lenguaje a nivel cerebral, incluso antes de que aprende a entender las palabras y hablar. Por ejemplo, si el niño apunta con su mano a sus pies, puedes decir frases como “Sí, esos son los pies”. ¿Por qué es importante hacerlo? Porque de esta forma le ayudas a comprender el mundo que lo o la rodea y les permites entender qué esperar de éste. Nombrar las cosas también es una forma de darle palabras que podrán utilizar y demostrarles que te importan.

4. Turnos y espera

Cuando devuelvas un servicio, dale a los niños la oportunidad de responder. Para esto, puedes usar el método de turnos (primero el niño, luego tú y así sucesivamente). Además de esto, esperar es crucial. Los niños necesitan tiempo para pensar en su respuesta, especialmente cuando están aprendiendo demasiadas cosas a la vez. Esta forma de servir y devolver (por turnos) le permite a los niños aprender acerca del auto control y a relacionarse con otros. Además, al esperar le das a los niños tiempo para desarrollar sus ideas y construir confianza e independencia.

5. Inicios y finales

Es importante practicar inicios y finales. Esto significa, conocer las señales que utilizan los niños para indicar que están listos para pasara a otra actividad. Levantar un juguete o caminar hacia otra dirección, pueden ser ejemplos de esto. Cuando encuentras momentos para que los niños tomen la iniciativa, los estará apoyando en el proceso de explorar su mundo.

Conocer la importancia de esta interacción y las acciones que se pueden tomar para trabajarla, es fundamental para favorecer el sano desarrollo de los niños. Con el fin de potenciar al máximo las capacidades de los niños desde la cuna, padres y educadores deben ser parte de esta comunicación que involucra el compromiso de ambas partes.

Fuentes:

Serve and Return